Medidas dan tranquilidad a la UCM en medio del complejo escenariotor
Con preocupación reaccionaron las instituciones de educación superior del país, luego de conocer los recortes de la Ley de Presupuesto 2021, específicamente para educación e investigación científica, situación que para el vicerrector de Administración y Finanzas de la Universidad Católica del Maule (UCM), Pablo Hormazábal, continúa la senda de deterioro económico por parte del Estado al sector, que ocurre desde el 2016 a la fecha.
“Progresivamente desde el año 2016 se viene dando una situación de desmedro en los aportes estatales para nuestro grupo de universidades, particularmente la UCM, se eliminó el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), se redujo y no se ha incrementado posteriormente el Aporte Fiscal Directo (AFD), el Basal por desempeño ha sufrido recortes significativos y lo más impactante tiene que ver con la fijación de aranceles regulados, ya que estos no cubren el costo de las carreras y distan mucho de su arancel real en la mayoría de nuestros programas de pregrado. El presupuesto para el año 2021 se proyecta con reducciones en el área de la educación para las universidades del CRUCH en general donde nuevamente somos afectadas las no estatales (G9)”, expuso el vicerrector Hormazábal.
Precisamente esta semana, el Vicerrector de la UCM participó en el reciente encuentro de rectores de universidades regionales, cita en la que por cerca de tres horas analizaron la situación para buscar acciones tendientes a revertir este complejo escenario.
A pesar de las disminuciones presupuestarias por parte del Estado, el contexto de estallido social y de pandemia, el proyecto de desarrollo de la UCM no se ha visto afectado hasta la fecha, destacó el vicerrector, gestión que ha permitido cumplir con los compromisos y por sobre todo, dar respuesta en forma muy concreta a los servicios de docencia de la UCM. “nuestra principal preocupación fue no afectar la docencia y mantener los niveles de productividad académica y compromisos con la investigación y postgrado”, señaló el Vicerrector de Administración y Finanzas de la UCM.
“Para ser justos, entendemos que este año es muy particular y que los recursos estatales se debieron priorizar hacia la salud, ayuda humanitaria y reactivación económica, lo cual comprendemos y no podemos más que estar de acuerdo, por lo que significa para la ciudadanía estas priorizaciones”, expresó Hormazábal, agregando que “Ya sabemos que el Estado ha respondido rigurosamente hasta el mes de agosto con los compromisos decretados, también sabemos que lo que no está decretado para pago, se mantiene en incertidumbre, estimo que llegaremos a fin de año con varios ítems de aportes estatales pendientes de pago”, sostuvo.
Efecto dominó
En la misma lógica, las mermas en financiamiento y restricciones financieras impuestas por fondos públicos asociados a proyectos adjudicados para investigación científica, explicó el Vicerrector de la UCM, ha dificultado la gestión en el área de la investigación y el postgrado exigiendo al plantel redestinar recursos en desmedro de lo que se proyectaba por ejemplo para aumentar la oferta de magister y doctorados. “Ha sido una constante en la gestión institucional tener que priorizar, racionalizar y optimizar los recursos económicos que dispone la Universidad. Se suma a ello, contingencias no previstas, exigencias de organismos externos como la CNA para acreditación, exigiendo rendimientos en distintos ámbitos para mejorar la calidad, pero sin recursos ni aportes del Estado para ello”, expuso.
En ese sentido, ha sido clave la agilidad de la gestión de la UCM. “la experiencia nos recuerda que las medidas deben ser tomadas a tiempo, más aún cuando se visualiza incertidumbre económica ante un contexto no solo nacional, sino mundial, quiero decir con esto que, si no hubiésemos actuado a tiempo la situación financiera de nuestra institución, sería hoy muy distinta, podríamos estar en condiciones de alta falta de liquidez, como le está ocurriendo a muchas universidades”, destacó, dando como ejemplo la reducción en un 27% del presupuesto de estructura y una serie de medidas adicionales financieras, aprobadas en abril por parte del Honorable Consejo Superior del plantel.
“Entendemos que la Universidad no puede desatender una necesidad y aspiraciones tan significativa para la comunidad, ni puede abandonar el rol social que ha asumido de entregar una formación integral a nuestra juventud de la Región y del País, por lo tanto, es urgente generar cambios (…) Las brechas entre las universidades de la Región Metropolitana y las Universidades Regionales por ejemplo, se han ido incrementando con las nuevas formas de financiar la educación superior, esto requiere una voluntad política sin egoísmo ni privilegios para grupos de universidades, creo que esto sería lo que permitiría aminorar estas distorsiones, en definitiva modificar la ley de educación superior”, reflexionó el Vicerrector.